" Mi confrontación con la docencia "

Cuando salí de la secundaria mi ideal era estudiar la carrera de Educadora, pero mis padres y hermano me insistieron a que estudiara la preparatoria y al terminar, estudiara la carrera que yo eligiera.
Estudie un Bachillerato en Ciencias Sociales con especialidad en Técnico en Contabilidad y es ahí cuando empiezo a tomar el gusto por la contabilidad, pero a pesar de eso durante el tercer año de bachillerato, estoy en la disyuntiva si estudio Psicología o Pedagogía ya que era lo más relacionado con lo que inicialmente pretendía “Ser Educadora” y termino por decidir que lo más adecuado era estudiar la Licenciatura de Contador Público, ya que era lo más idóneo a la carrera técnica que estaba cursando.

Es así como entro a estudiar a la Escuela Bancaria y Comercial la Carrera de Contador Público, en la cual al estar cursando el quinto semestre decido entrar a trabajar a una aseguradora y durante varios años me desarrollé en ese ámbito y debo admitir que no me iba nada mal.

En el mes de junio de 1993 nace mi hija y durante algunos meses continúo trabajando en la aseguradora hasta que decido renunciar ya que el trabajo que desarrollaba era muy absorbente y casi no estaba con mi hija.

En noviembre del 1994 me comentan que en el CBT María Luisa Marina de Suarez (donde a la fecha laboro) había la oportunidad de cubrir un interinato en el área tecnológica y decido presentarme a la entrevista para ver que sucedía sin imaginarme que a otro día ya tenía que presentarme a cubrir los grupos asignados.

Durante la entrevista con el Director yo le comente que no sabía nada de pedagogía, que no sabía cómo dar una clase ya que la experiencia que tenia era a nivel empresarial y su respuesta fue “TE ACUERDAS DEL MAESTRO QUE MAS ODIASTE PERO MAS TE ENSEÑO CUANDO ESTUDIASTE, IMITALO” y con esa filosofía inicie mi labor como docente, en donde día con día tenía que enfrentarme al mundo desconocido de la docencia.

Con el paso del tiempo me voy dando cuenta de las bondades de esta profesión, pero a su vez de la gran responsabilidad que representaba “el ser docente” ya que día a día tenía que estar preparando mis clases y enfrentando todos los cabios que se han venido presentando y la mayoría de ellos desconocidos, creando lo que yo llamaba “técnica Rosario”, “Modelo de enseñanza Rosario”, ya que al desconocer las técnicas y modelos educativos yo tomaba un poco de todos para impartir mis clases.

Poco a poco he ido mejorando ya que he tratado de prepararme y tomar algunos cursos de actualización, pero reconozco que aun me falta mucho por aprender.
En el transcurso de estos quince años también los alumnos van cambiando, ya que sus intereses e inquietudes son muy diferentes, siendo éste el motivo principal de actualizarme como docente ya que cada día mis alumnos requieren más de mi.

Siento gran satisfacción cuando llegan a verme ex alumnos y me comentan lo importante que fue para ellos las clases que les impartí y que de alguna forma yo influí para que ellos siguieran la carrera a nivel licenciatura que están estudiando, u otros que no querían seguir estudiando y que yo puse un granito de arena para que continuaran.

También es de mucha satisfacción cuando mis alumnos me buscan para contarme sus problemas y puedo ayudarlos o simplemente los escucho, esto me hace crecer mucho como ser humano y como madre ya que ahora mi hija está en segundo semestre de bachillerato, tiene 16 años y el convivir diariamente con jóvenes de esas edades me dan la posibilidad de comprender muchas situaciones que se presentan en casa.

Con el paso del tiempo he confirmado que estoy desarrollándome en lo que siempre soñé “LA ENSEÑANZA”.